Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) a fines del siglo 19 publicó uno de los primeros reportes clínicos acerca del uso de la hipnosis para producir analgesia (alivio en los dolores) para aliviar el dolor durante el parto.
Hoy en día la utilización de la hipnosis para producir alivio en los dolores se utiliza no solo en los partos sino también en la medicina en general, en la odontología y en la psicología. Claro está que también sabemos mucho más sobre los efectos de la hipnosis que en la época en que escribió su artículo Ramón y Cajal
La idea de utilizar las sugestiones hipnóticas para aliviar el dolor es hoy en día ampliamente aceptada y luego de Antón Mesmer que se hizo famoso por la difusión de las técnicas hipnóticas llamadas en su época “mesmerismo” vinieron muchos otros grandes profesionales como James Easdaile, James Braid, Milton Erickson y otros, pero el famoso medico español Santiago Ramón y Cajal fue quien escribió uno de los primeros estudios detallados sobre el uso de la hipnosis para el alivio de los dolores.
Ramón y Cajal que permanece en la memoria de la ciencia médica por sus contribuciones a la neurobiología y la neurohistologia, sentía un fuerte interés por los fenómenos psicológicos y estaba fascinado con los efectos de la hipnosis, y aunque los primeros reportes sobre la utilización de la hipnoanalgesia se deben atribuir a James Esdaile (un cirujano ingles que practicaba en la India) el primer reporte sobre el uso de la hipnosis para los trabajos de parto se debe a Ramón y Cajal.
En su informe denominado “Los Dolores del Parto Considerablemente Atenuados Por Sugestión Hipnótica” Ramón y Cajal describió una paciente que comenzó a ser preparada para trabajar con hipnosis 10 días antes del parto, logrando el estado de sonambulismo que se caracteriza por la anestesia, la catalepsia y una subsecuente amnesia.
Según cuenta Ramón y Cajal las sugestiones hipnóticas giraron sobre la idea de cuán rápido iba a ser el parto, y que las contracciones se iban a mantener con un nivel de dolor mínimo. Y esto es exactamente lo que logró la paciente: un parto que solo duro 30 minutos, y una recuperación posterior más veloz que lo usual, con la ventaja de que se pudieron evitar los efectos colaterales del uso del cloroformo (que era la anestesia que se usaba en aquella época)
Desde el informe de Ramón y Cajal se ha producido un crecimiento gradual del interés por sus estudios clínicos acerca de la analgesia y anestesia que se pueden provocar mediante la utilización de la hipnosis, con resultados realmente sorprendentes que describiré en otros artículos
Con mis mejores deseos
Dr. Roberto A. Bonomi